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La paja en el ojo de Dios. |
TÍTULO. LA PAJA EN EL OJO DE DIOS
AUTOR. LARRY
NIVEN Y JERRY POURNELLE
EDITORIAL. PLANETA
COLECCIÓN.
CLÁSICOS MINOTAURO
NÚMERO DE PÁGINAS. 551
ISBN. 978-84-450-7790-0
La afirmación <<Sólo
sé que no sé nada>> es completamente cierta, y si filósofos como Platón o
Sócrates no mentían al pronunciarla, cuanto menos yo, simple mortal, deberé
abrazarla con fuerza hasta hacerme sangrar.
La ciencia ficción es un género que siempre he mirado de
puntillas, especialmente porque he estudiado letras toda mi vida, y he tenido
la sensación de que adentrarme en ese mundo dejaría muchas lagunas tras las
lecturas de buenas obras, pues sin duda se harían menciones densas sobre
tecnología y elementos físicos, químicos y hasta nucleares que excederían a mi
pobre entendimiento, quedándome a medias de la comprensión del mundo que se
dibujaba y, por tanto, me alejaría de sus personajes, sus motivaciones y sus
objetivos.
Uno de mis amigos, ángel de la guarda a tiempo completo, vino
a sacarme de mi error, y como niño aprendiendo a nadar que huye del agua, picó
el gusanillo de mi curiosidad con un regalo fantástico en mi último cumpleaños.
Se trataba del libro La paja en el ojo de
Dios, escrito por dos autores, Larry Niven y Jerry Pournelle. Mi
desconocimiento brutal del género hizo que no conociera un ápice ni de la
historia ni de los autores, cuando han sido, como se describirá más abajo en
sus biografías, maestros del género, fundamentalmente en los años 70, pioneros
en una serie de planteamientos sobre la ciencia ficción que se han tomado luego
como base para historias más modernas.
La paja en el ojo de
Dios nos lleva a un
mundo futuro en el que el ser humano domina las estrellas a través de dos
grandes descubrimientos: el impulsor Alderson, que permite a una nave
teletransportarse a cualquier otro punto de la galaxia, pero limitado a
determinados puntos dados por la masa de las estrellas o planetas cercanos; y
el Campo Langston, un campo de fuerza capaz de absorber energía y proteger a
una nave o una ciudad mientras no se sobrecargue.
El libro cuenta el primer encuentro entre el Imperio Humano y
los alienígenas, raza mucho más antigua que el ser humano pero que tiene su
planeta en el interior de una gigante roja, y al no disponer de la tecnología
humana, no ha podido surcar todavía las estrellas. Ese primer encuentro traerá
consigo las negociaciones para acercar las culturas y beneficiarse mutuamente,
mientras ambas civilizaciones esconden sus temores y hacen que la alianza
rezume desconfianza por los secretos mejor guardados.
Como se puede ver, el sempiterno tema del hallazgo de otras
clases de vida en la galaxia y las connotaciones políticas, económicas,
sociales y psicológicas que eso tendría de darse en el futuro ha llenado
páginas y páginas de ensayos y de novelas como la que tengo ahora entre manos.
Escrita en 1975, llama primero la atención por el hecho de que no se notan las
dos cabezas pensantes, sino que la historia fluye narrativamente como si
hubiera una fusión entre los dos entes —aunque, como suelo decir, no he leído la
versión original, y siempre hay que ir con cuidado con las traducciones, porque
en el trasvase cultural idiomático siempre se pierde algo del alma original —.
Pertenece a la llamada ciencia ficción dura, pues el mundo creado es vasto,
detallado en la descripción y riguroso en las nociones tecnológicas, lo que sin
embargo no empaña su lectura por los iletrados en la materia como soy yo mismo.
En cuanto a la historia, gusta por el planteamiento, y mantiene la tensión
debido a esos secretos, que sobre todo en el caso de los pajeños hacen desconfiar y elucubrar posibles verdades
deliberadamente silenciadas, que aumentan la tensión y el interés por el
desenlace.
No hay batallas intergalácticas, ni grandes movimientos de
naves espaciales. Los autores se centran en las negociaciones una vez las dos
civilizaciones se han encontrado, pero no por ello se hace aburrida la trama.
Descrito con maestría, los dos americanos consiguen una obra maestra a pesar
del título, para mí lo más desafortunado, que hizo que en un primer momento me
pareciera desagradable al mencionarlo, y que no hace justicia en absoluto al
resultado. Sin embargo, todo tiene su razón de ser, y es que esa gigante roja
donde reside el planeta donde viven tiene forma de paja insertada en un gran
ojo, de ahí el título de la obra y del nombre que reciben las criaturas. Muy
recomendable, en resumen, como punto de partida para los que no hayan leído
nada de este género, y también como complemento para otros que, siendo
conocedores de los grandes títulos, descubrirán en este La paja en el ojo de Dios el origen de muchas cosas.
Respecto
a los autores, Larry Niven nació en Los Ángeles en
1938 y es especialmente conocido por Mundo
Anillo. Ha sido galardonado con cinco premios Hugo, un Nebula, cuatro
Locus, dos Ditmar, cinco Selun y un Prometheus a lo largo de su carrera.
Jerry Pournelle nació en Louisiana en 1933 y fue el primer
ganador del premio Campbell, en 1974, y ha sido nominado numerosas veces al
Nebula y al Hugo. Entre sus colaboraciones destacan las novelas Infierno (1975), El martillo de Lucifer (1977), Juramento
de fidelidad (1981), Footfall
(1985), El tercer brazo (1993) y Burning City (2000).
REPLICANTE: NEMOROSO DE LA TORRE
TIPO DE LECTURA: CIENCIA - FICCIÓN