viernes, 11 de noviembre de 2016

Crítica literaria: Éragon

TÍTULO. ERAGON, DE LA TETRALOGÍA EL LEGADO
AUTOR. CHRISTOPHER PAOLINI
EDITORIAL. ROCA
NÚMERO DE PÁGINAS. 646
ISBN. 84-96284-32-8


Vivimos en la era de la tecnología, lo que, como en todas las épocas, tiene sus puntos positivos y negativos. Es cierto que estamos más comunicados, pero también lo es que nos volvemos perezosos, y que nos dejamos influir por los medios de comunicación más de lo que nos gustaría admitir.

He mencionado en alguna ocasión que un libro y una película, aunque se basen la una en el otro, son entes diferentes, entre otras cosas porque son artes con herramientas dispares, que van a dar como resultado, inevitablemente, resultados singulares. Normalmente leo primero el libro —generación del 80, aprendí a leer y a aficionarme por la lectura antes de que las consolas, el ordenador o internet pudieran cubrir ese hueco en mis rutinas —, y luego veo la versión cinematográfica, pero el estreno de la película Eragon, en 2006, me pilló con el pie cambiado, y sucumbí al deseo de ver dragones en pantalla antes de que las letras de Paolini surcaran mi campo visual. Salí bastante decepcionado de la sala, y ni siquiera mi acompañante, que sí se había leído el libro, pudo picarme el gusanillo de la historia asegurando que el séptimo arte no le había hecho justicia.


Afortunadamente, el ser humano vuelve siempre sobre sus pasos, y en este caso para bien. He podido recuperar la lectura pendiente y acompañar en su viaje iniciático a Eragon, ese joven campesino que vive con su tío y su primo y que, por azar, descubre un huevo de dragón confundiéndolo con una joya. Cuando quiere darse cuenta del error, la criatura ha nacido, ha tocado al chico, y ha sellado la impronta de sus mentes como sólo un Jinete y su dragón pueden pactar, con marca en la mano como recordatorio imborrable. Saphira, que así es bautizada la dragona, y el propio Eragon, tendrán que escapar cuando dos ra’ zac, criaturas malignas, intenten darles caza, gracias en parte a la ayuda de Brom, un juglar anciano que esconde más de lo que parece. Con el paso de los capítulos descubriremos el mundo de Alagaësia, dominado por el rey Galbatorix, un antiguo Jinete de dragón que vio morir al suyo y se volvió loco, rebelándose contra todos los demás y eliminando a todo aquél que se interpusiera en su camino. Sólo los elfos y los enanos, y un grupo de humanos exiliados, osan hacerle frente. Ya no quedan dragones, pues los trece jinetes que han sobrevivido a la traición, llamados Apóstatas, apoyan al rey, y únicamente quedan tres huevos de dragón por eclosionar, y dos de ellos permanecen vigilados por Galbatorix. Así, este primer libro prepara el camino de la saga, con el típico joven como aprendiz de héroe, asimilando, al mismo tiempo que el lector, sus poderes ocultos, el mundo que lo rodea, y las responsabilidades que la gente con talento debe asumir en su vida, tarde o temprano.

En el libro llama la atención la agilidad con la que se describen las batallas entre los personajes. Paolini consigue hacer visible al lector no iniciado en la esgrima los movimientos que se van realizando, pudiendo trazar la secuencia completa en su cabeza. Por otro lado, hay que valorar el esfuerzo para crear una lengua distinta y plasmarla en varios pasajes del libro — la llamada lengua antigua —. Es importante también el carácter de los personajes, retratados con gran complejidad y variedad de matices según la raza, procedencia, lugar de residencia y circunstancias personales. En el debe, sin embargo, queda aún, tras este primer libro, la creencia de que cumple con los requisitos básicos de este tipo de historias, pues un adolescente de origen humilde —preferiblemente sin padres conocidos, como es el caso —, es arrastrado por azar a una serie de aventuras que acaban por descubrirle como un héroe destinado a grandes cosas. De todos modos, la complejidad del mundo de Alagaësia y la riqueza en la trama posterior hacen de esta novela una gran opción lectora, por lo que creo que voy a terminar esta reseña para poder empezar Eldest, el segundo libro de la saga. ¡Buena lectura!

Christopher Paolini, el autor,  es un gran amante de la ciencia ficción y de la fantasía. Acabó los estudios de secundaria con quince años, la misma edad con la que empezó la saga. Reside con su familia en Montana. Gracias al apoyo de su familia, autopublicaron la primera edición de Eragon, acudiendo en una gira por todo el país a presentaciones de todo tipo, incluyendo bibliotecas y colegios. Gracias a ello, hoy es un autor reconocido, y su saga El Legado ha vendido millones de copias en todo el mundo.

REPLICANTE: NEMOROSO DE LA TORRE
TIPO DE LECTURA: FANTASÍA ÉPICA

CALIFICACIÓN:

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