AUTOR. CHRISTOPHER
PAOLINI
EDITORIAL. ROCA
NÚMERO DE PÁGINAS. 646
ISBN. 84-96284-32-8
Vivimos en la era de la tecnología, lo que, como en todas las
épocas, tiene sus puntos positivos y negativos. Es cierto que estamos más
comunicados, pero también lo es que nos volvemos perezosos, y que nos dejamos
influir por los medios de comunicación más de lo que nos gustaría admitir.
He mencionado en alguna ocasión que un libro y una película,
aunque se basen la una en el otro, son entes diferentes, entre otras cosas
porque son artes con herramientas dispares, que van a dar como resultado,
inevitablemente, resultados singulares. Normalmente leo primero el libro
—generación del 80, aprendí a leer y a aficionarme por la lectura antes de que
las consolas, el ordenador o internet pudieran cubrir ese hueco en mis rutinas
—, y luego veo la versión cinematográfica, pero el estreno de la película Eragon, en 2006, me pilló con el pie
cambiado, y sucumbí al deseo de ver dragones en pantalla antes de que las
letras de Paolini surcaran mi campo visual. Salí bastante decepcionado de la
sala, y ni siquiera mi acompañante, que sí se había leído el libro, pudo
picarme el gusanillo de la historia asegurando que el séptimo arte no le había
hecho justicia.
Afortunadamente, el ser humano vuelve siempre sobre sus
pasos, y en este caso para bien. He podido recuperar la lectura pendiente y
acompañar en su viaje iniciático a Eragon, ese joven campesino que vive con su
tío y su primo y que, por azar, descubre un huevo de dragón confundiéndolo con
una joya. Cuando quiere darse cuenta del error, la criatura ha nacido, ha
tocado al chico, y ha sellado la impronta de sus mentes como sólo un Jinete y
su dragón pueden pactar, con marca en la mano como recordatorio imborrable.
Saphira, que así es bautizada la dragona, y el propio Eragon, tendrán que
escapar cuando dos ra’ zac, criaturas malignas, intenten darles caza, gracias
en parte a la ayuda de Brom, un juglar anciano que esconde más de lo que
parece. Con el paso de los capítulos descubriremos el mundo de Alagaësia,
dominado por el rey Galbatorix, un antiguo Jinete de dragón que vio morir al
suyo y se volvió loco, rebelándose contra todos los demás y eliminando a todo
aquél que se interpusiera en su camino. Sólo los elfos y los enanos, y un grupo
de humanos exiliados, osan hacerle frente. Ya no quedan dragones, pues los
trece jinetes que han sobrevivido a la traición, llamados Apóstatas, apoyan al
rey, y únicamente quedan tres huevos de dragón por eclosionar, y dos de ellos
permanecen vigilados por Galbatorix. Así, este primer libro prepara el camino
de la saga, con el típico joven como aprendiz de héroe, asimilando, al mismo
tiempo que el lector, sus poderes ocultos, el mundo que lo rodea, y las
responsabilidades que la gente con talento debe asumir en su vida, tarde o
temprano.
En el libro llama la atención la agilidad con la que se
describen las batallas entre los personajes. Paolini consigue hacer visible al
lector no iniciado en la esgrima los movimientos que se van realizando,
pudiendo trazar la secuencia completa en su cabeza. Por otro lado, hay que
valorar el esfuerzo para crear una lengua distinta y plasmarla en varios
pasajes del libro — la llamada lengua antigua —. Es importante también el
carácter de los personajes, retratados con gran complejidad y variedad de
matices según la raza, procedencia, lugar de residencia y circunstancias
personales. En el debe, sin embargo, queda aún, tras este primer libro, la
creencia de que cumple con los requisitos básicos de este tipo de historias,
pues un adolescente de origen humilde —preferiblemente sin padres conocidos,
como es el caso —, es arrastrado por azar a una serie de aventuras que acaban
por descubrirle como un héroe destinado a grandes cosas. De todos modos, la
complejidad del mundo de Alagaësia y la riqueza en la trama posterior hacen de
esta novela una gran opción lectora, por lo que creo que voy a terminar esta
reseña para poder empezar Eldest, el
segundo libro de la saga. ¡Buena lectura!
Christopher Paolini, el autor, es un gran amante de la ciencia ficción y de
la fantasía. Acabó los estudios de secundaria con quince años, la misma edad
con la que empezó la saga. Reside con su familia en Montana. Gracias al apoyo
de su familia, autopublicaron la primera edición de Eragon, acudiendo en una gira por todo el país a presentaciones de
todo tipo, incluyendo bibliotecas y colegios. Gracias a ello, hoy es un autor
reconocido, y su saga El Legado ha
vendido millones de copias en todo el mundo.
REPLICANTE: NEMOROSO DE LA TORRE
TIPO DE LECTURA: FANTASÍA ÉPICA
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