miércoles, 19 de junio de 2013

Crítica literaria: ¡Ay Carmela!, de José Sanchís Sinisterra

ÑAQUE - ¡AY, CARMELA!
Ay Carmela, portada
Ñaque ¡Ay, Carmela!

José Sanchís Sinistierra

Editorial Cátedra

ISBN: 9788437610344

Aprovechando que en Madrid ha vuelto a las tablas ¡Ay, Carmela!, de José Sanchís Sinistierra, me dispongo a reseñarla.
Sinistierra nació en Valencia en 1940. Es uno de los dramaturgos más laureados de España (Premio Carlos Arniches, Premio Nacional de Teatro, Premio Federico García Lorca, Premio Max, entre otros). Se caracteriza por el gusto por la experimentación teatral en fusión con la tradición. Es, por todo ello, uno de los autores más representativos del teatro independiente, también denominado soterrado.
¡Ay, Carmela! es la segunda obra (tras Ñaque o de piojos y actores) de una trilogía titulada El escenario vacío. Trata sobre el teatro bajo la Guerra Civil. Aparece la reflexión del autor sobre el poder del teatro mediante el siguiente argumento: una pareja de artistas de variedades se ve obligada a preparar una velada para
fascistas. En la sala se encuentran prisioneros republicanos que han de morir a la mañana siguiente. Se pretende recordar la dignidad republicana mezclando lo sublime con lo vulgar, el humor escatológico con la intelectual ironía, la realidad y lo maravilloso.
La obra se organiza en dualidades que tocan todos los aspectos: el argumento, el tiempo, el espacio, los personajes y hasta el propio público. Todo empleando el motivo del teatro en el teatro, cuyo efecto aumenta con referencias a otros autores (Lorca, César Vallejo).
Los dos personajes centrales (vuelve a aparecer la dualidad) están bien construidos, cada uno con su propia personalidad. Paulino es cobarde y resignado; Carmela resulta más humanitaria y digna. Es ella quien recuerda las implicaciones morales de los supervivientes a la Guerra Civil.
Es una obra que mueve al público, que lo hace reflexionar, lo que lo aleja del teatro que triunfa, el comercial. 
Tres elementos destacan del texto: la dignidad de Carmela, el recuerdo de otros autores y el giro más o menos inesperado. Por encima, el mensaje final que deja en la conciencia del público, lo que me recuerda al teatro catártico de Antonio Buero Vallejo.
Por ello me parece totalmente recomendable para ciudadanos que deseen que les hagan pensar. No hay que olvidar que la obra está siendo representada en Madrid.

Clasificación: 4 estrellas.
Para una lectura: profunda, comprometida, dramatizada.
Replicante identificado: Selene Alshams.

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