TÍTULO: Challenger
AUTOR: Guillem López
EDITORIAL: Aristas
Martínez
PÁGINAS: 512
FORMATO: Papel
El veintiocho de enero de mil novecientos ochenta y seis, el
transbordador espacial Challenger estalló a los setenta y tres segundos de su
despegue. El accidente fue retransmitido por televisión y millones de personas
pudieron verlo en directo, causando una gran conmoción en la sociedad
norteamericana.
Para quien no conozca a este escritor
de género fantástico, haré un pequeño resumen para poneros en antecedentes:
Guillem López
ha publicado las novelas de fantasía La guerra por el norte (2010) y
Dueños del destino (2011) ambas en el sello AJEC, las cuales gozaron de
gran éxito por parte de crítica y público. Ha participado en diversas
antologías de relatos como Antología Z. Vol. 7 (coord. por J. E. Álamo,
Dolmen, 2013) y publicado el libro de aforismos Piensaciertos (Algón Editores, 2013). Además de estas
publicaciones fue finalista del Certamen Domingo Santos 2014 con el relato <<Médicos>>.
Si juntamos a la editorial Aristas
Martínez (la cual se está haciendo con un catálogo muy variado y excelente al
mismo tiempo) y a Guillem López, no puede salir de esa unión nada malo; incluso,
podríamos señalar que Challenger es una de las mejores
novelas de este 2015, afirmación que voy a intentar defender en las siguientes
líneas.
Comenzamos esta historia a partir de
un número como es el 73.
Dentro de esta cifra encontramos el
mismo número de segundos y microhistorias de pocas páginas que orbitan
alrededor de una fecha tan señalada como es el 28 de enero de 1986.
Guillem López
desarrolla un collage de historias
entrelazadas que forman parte de un universo más global y donde hay cabida para
todo tipo de personajes (animales, policías, nerds, científicos, monstruos), dando como resultado una amalgama
de géneros que demuestra el excelente ejercicio de ejecución interna que
subyace tras estas líneas.
Conforme avanzamos en la lectura de Challenger,
encontraremos algunas de estas historias que carecen de una conclusión
satisfactoria. Esto no quiere decir que sea un aspecto negativo de la obra en
su conjunto, sólo un pequeño apunte que potencia esa sensación de que estamos
ante una lectura extraña. En este caso particular, me gusta estar a la
expectativa de lo que va a ofrecerme cada uno de los relatos que conforman este
tipo de literatura, creando así una sensación muy íntima entre lector y
escritor que, sin lugar a dudas,
enriquece el producto final.
En estas páginas encontramos ecos de Robert Altman, Raymond Carver, Tarantino o Philip K.Dick, conjunto de influencias
que no son óbice para disfrutar plenamente de este híbrido literario donde
seremos testigos de excepción de un agujero de gusano que conecta lo real y
palpable con el mundo de las posibilidades más estrambóticas y rarunas que os podéis encontrar en mucho
tiempo (en este aspecto el inquietante óleo de su cubierta, - a cargo de Miguel
Losada-, evoca ciertas sensaciones que tienen que ver con ese conjunto de
contingencias que he comentado anteriormente).
Como conclusión final, advertir que Challenger
es una obra escrita con un excelente pulso narrativo y que se traduce en un
libro arriesgado y complejo, el cual parte de una premisa inicial lo suficientemente
atrayente como para que el lector quede pegado de manera irremediable a estas
500 páginas que se leen, prácticamente, de un tirón.
Replicante: Francisco José Arcos Serrano
Para una lectura: reposada, lúcida e histórica
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