martes, 29 de septiembre de 2015

Crítica literaria: “Challenger”.

TÍTULO: Challenger
AUTOR: Guillem López
EDITORIAL: Aristas Martínez
PÁGINAS: 512
FORMATO: Papel

El veintiocho de enero de mil novecientos ochenta y seis, el transbordador espacial Challenger estalló a los setenta y tres segundos de su despegue. El accidente fue retransmitido por televisión y millones de personas pudieron verlo en directo, causando una gran conmoción en la sociedad norteamericana.

Para quien no conozca a este escritor de género fantástico, haré un pequeño resumen para poneros en antecedentes:

Guillem López ha publicado las novelas de fantasía La guerra por el norte (2010) y Dueños del destino (2011) ambas en el sello AJEC, las cuales gozaron de gran éxito por parte de crítica y público. Ha participado en diversas antologías de relatos como Antología Z. Vol. 7 (coord. por J. E. Álamo, Dolmen, 2013) y publicado el libro de aforismos Piensaciertos (Algón Editores, 2013). Además de estas publicaciones fue finalista del Certamen Domingo Santos 2014 con el relato <<Médicos>>.

Si juntamos a la editorial Aristas Martínez (la cual se está haciendo con un catálogo muy variado y excelente al mismo tiempo) y a Guillem López, no puede salir de esa unión nada malo; incluso, podríamos señalar que Challenger es una de las mejores novelas de este 2015, afirmación que voy a intentar defender en las siguientes líneas.


Comenzamos esta historia a partir de un número como es el 73.
Dentro de esta cifra encontramos el mismo número de segundos y microhistorias de pocas páginas que orbitan alrededor de una fecha tan señalada como es el 28 de enero de 1986.

Guillem López desarrolla un collage de historias entrelazadas que forman parte de un universo más global y donde hay cabida para todo tipo de personajes (animales, policías, nerds, científicos, monstruos), dando como resultado una amalgama de géneros que demuestra el excelente ejercicio de ejecución interna que subyace tras estas líneas.

Conforme avanzamos en la lectura de Challenger, encontraremos algunas de estas historias que carecen de una conclusión satisfactoria. Esto no quiere decir que sea un aspecto negativo de la obra en su conjunto, sólo un pequeño apunte que potencia esa sensación de que estamos ante una lectura extraña. En este caso particular, me gusta estar a la expectativa de lo que va a ofrecerme cada uno de los relatos que conforman este tipo de literatura, creando así una sensación muy íntima entre lector y escritor que, sin lugar a dudas,  enriquece el producto final.

En estas páginas encontramos ecos de Robert Altman, Raymond Carver, Tarantino o Philip K.Dick, conjunto de influencias que no son óbice para disfrutar plenamente de este híbrido literario donde seremos testigos de excepción de un agujero de gusano que conecta lo real y palpable con el mundo de las posibilidades más estrambóticas y rarunas que os podéis encontrar en mucho tiempo (en este aspecto el inquietante óleo de su cubierta, - a cargo de Miguel Losada-, evoca ciertas sensaciones que tienen que ver con ese conjunto de contingencias que he comentado anteriormente).

Como conclusión final, advertir que Challenger es una obra escrita con un excelente pulso narrativo y que se traduce en un libro arriesgado y complejo, el cual parte de una premisa inicial lo suficientemente atrayente como para que el lector quede pegado de manera irremediable a estas 500 páginas que se leen, prácticamente, de un tirón.

Replicante: Francisco José Arcos Serrano

Para una lectura: reposada, lúcida e histórica

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