viernes, 9 de enero de 2015

Crítica literaria: Jardiel. La risa inteligente de Enrique Gallud Jardiel

Título: Jardiel. La risa inteligente
Autor: Enrique Gallud Jardiel
    ISBN: 9 788494 158650
    Género: Ensayos y Biografías
    Nº Páginas: 200
    Año: 2014

Cuando en la facultad leí por primera vez las obras de Enrique Jardiel Poncela Cuatro corazones con freno y marcha atrás (1936) y Eloísa está debajo de un almendro (1940), no pude evitar sentir fascinación por este brillante escritor capaz de arrancarnos una carcajada ante la contemplación de una maraña de enredos y chistes inteligentes.


Ahora tenemos la oportunidad de ahondar en este fascinante autor con la lectura de la reciente publicación del ensayo Jardiel. La risa inteligente de Enrique Gallud Jardiel, por la editorial Doce Robles. Esta obra conforma una visión muy completa de la vida y obra de Jardiel Poncela.

Gallud Jardiel (Valencia, 1958), escritor y ensayista, doctor en Filología Hispánica y nieto del dramaturgo Enrique Jardiel Poncela, es un especialista en el teatro cómico español y cuenta con numerosas publicaciones en el ámbito de la Filología, entre ellas un estudio acerca del célebre escritor Pedro Muñoz Seca, titulado Pedro Muñoz Seca y el astracán (2013).

No es la primer vez que Gallud Jardiel aborda la vida y obra de su abuelo, ya lo hizo en Enrique Jardiel Poncela. La ajetreada vida de un maestro del humor (2001), El teatro de Jardiel Poncela: El humor inverosímil (2011) y Poesía completa de Enrique Jardiel Poncela (2014). También ha publicado durante este mismo año en Verbum una edición de ¡Por Dios, que no se entere nadie! (2014), una colección de sesenta y siete textos humorísticos escritos en los años 20 y 30.


Jardiel. La risa inteligente se vertebra en torno a dos pilares, el hombre y la obra, y añade al final un apéndice con la relación de escritos, entre los cuales encontramos tanto textos publicados como inéditos. Los dos pilares se complementan mutuamente y nos muestran las dos caras de la misma moneda.

En la primera parte (p. 3-64), denominada El hombre, se focaliza en los datos bibliográficos del autor con detalladas anécdotas acerca de su vida, siempre acompañadas por fragmentos de textos escritos por el propio Jardiel Poncela. Apreciamos las múltiples facetas del autor y vivencias: sus orígenes familiares, formación cultural, inicios, vida sentimental, viajes a EEUU, filiación política, su gira por Sudamérica, etc. Por ejemplo, en la página 18 nos presenta el siguiente fragmento:

Y una [mujer cuya] ternura, dulzura e inteligencia sin límites ha hecho que la mantenga a mi lado, y en cuyo regazo, inverosímilmente comprensivo, me he echado muchas veces a llorar las renuncias, demasiado dolorosas, de otras mujeres. [OC, VI: 733-734].

Con estas líneas Jardiel Poncela habla acerca de su compañera inseparable, la actriz salmantina Carmen Sánchez Labajos, con quien tuvieron una hija llamada Mariluz.

La segunda parte (p. 64-185), mucho más extensa que la primera, Gallud Jardiel desarrolla los aspectos más formales de la obra de Jardiel Poncela, como por ejemplo: la comicidad verbal, el humor de situación, la intención satírica, entre otros. Así como también nos explica su incursión en el  mundo del periodismo, sus influjos literarios y su aportación al cine, para finalizar con un apartado dedicado a la consideración actual de su obra.

En el apartado Comicidad verbal (p. 76-88), aparecen ejemplos extraídos de las piezas de Jardiel Poncela para ilustrar los mecanismos de comicidad, como por ejemplo: la anfibología y el desconocimiento de lenguas extranjeras. A continuación, se observan dos ejemplos de ambos recursos:

Anfibología:
ALEJANDRA.— ¡Mi madre!
VALENTÍN.— ¿Es una exclamación o es su madre en efecto?
ALEJANDRA.— ¡Es mi madre! Mi madre que viene [OC, I: 188].

Desconocimiento de lenguas extranjeras:
PEPE.— Pero si quieres que yo te ayude a empezar, lo haré con un
verso de Shakespeare que viene muy a propósito; aquel que dice: “Lilies
that fester smell far worse than weeds.”
83
LETICIA.— ¡Qué bonito! ¿Y qué quiere decir?
PEPE.— No lo sé; pero, ¿verdad que viene muy a propósito? [OC,
II: 209].

En el apartado Humor de situación (p. 88-98), Gallud Jardiel destaca acertadamente los siguientes recursos cómicos: la sorpresa, el contraste, la repetición, la inversión, la paradoja, los juegos con la lógica, la falsa lógica, la incongruencia, el equívoco, la hipérbole, etc. A continuación, se observa un ejemplo de juego de lógica:

ETELVINA.— He visto morir a toda la familia, y si Pepe se va a morir, usted comprenderá que no voy a hacer una excepción con Pepe... ¡A ver! Ponedme en un sitio donde lo vea bien [OC, II: 167]. 

Uno de los apartados más interesantes es el que habla acerca del jardielismo, sus seguidores e imitadores. En este apartado, señala como autores que reciben su legado: Jorge Llopis, Álvaro de Laiglesia, Víctor Ruiz Iriarte, Edgar Neville, José López Rubio y Carlos Llopis, entre otros. También habla acerca de Miguel Mihura y Alfonso Paso haciendo uso de las siguientes palabras:

En cuanto a los imitadores que niegan la autoridad de Jardiel como modelo son principalmente dos: Miguel Mihura y Alfonso Paso.

Con el primero tuvo Jardiel una mala relación, como ya hemos visto con anterioridad. El otro caso anómalo es el de Paso, yerno del escritor (casado con su hija mayor, Evangelina) y de quien se dice que había tenido acceso a cuadernos de notas de Jardiel donde éste guardaba materiales para futuras comedias. Como fuere, su teatro se nutre claramente del de Jardiel, opinión compartida por la casi totalidad de los críticos, aunque en su momento Paso afirmó no haber recibido ninguna clase de influjo de su suegro.

Para finalizar, cabe destacar que es una obra muy recomendable para los filólogos y amantes de la literatura. En Jardiel. La risa inteligente, Enrique Gallud Jardiel nos ofrece una oportunidad inigualable de adentrarnos en la vida y obra de su abuelo, de forma amena y divertida. Esta obra conforma un vivo retrato del escritor en su múltiples facetas, de su entorno y del camaleónico y convulso siglo XX. Sin lugar a dudas, la lectura atenta de sus pasajes podrá arrancarte más de una risa inteligente.

Clasificación: 5 estrellas
Para una lectura: analítica, filológica y curiosa

Replicante: Silvia Serret

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